







De izquiera a derecha detrás: Tío José (hermano menor de mi madre) primo de primos, ? Tía Carmen Delante mis primos Juan José y Mari Carmen, primo de primos y yo.


Con mis amigas después del desfile de carrozas. Fue un gran éxito. Se nos cayó la gran antorcha con 25 linternas, pero lo volvimos a colocar todo y seguimos…
El año siguiente hicimos Había una vez Un Circo… ese año íbamos preciosas vestidas de «majorettes». Yo hice un payaso de dos metros pintado con traje de rayas horizontales. Cuando estuvo clavado en el camión para salir, no pasaba por la puerta del garaje. Tuvimos que desmontarlo y volverlo a clavar en la calle. ¡Qué nervios y qué risas! Yo me clavé una chincheta en la rodilla y ni me enteré. Tan enfrascada estaba con el trabajo y mis amigas gritaban «¡Conchi mira la rodilla! ¡Ay Dios! «Y yo me la quité y dije. «Tranquilas que se ha clavado en el hueso y no me duele nada»
¡Oh qué otro recuerdo! Mientras estaba pintando los 5 aros olímpicos en una sábana de lino que me había regalado mi madre, allí buscando en un diccionario (No había móviles ni Google) resulta que me manché mi vestidito de volantes con florecitas que me había hecho mi madre. Me puse muy nerviosa por el azote y rapapolvo que me caería y entre buscar aguarrás, frotar la mancha, el disgusto de que se había ido un trozo de las flores y había salido una gran nube blanca, mi hermano de 3 años aún no cumplidos pues nació el 9 de diciembre de 1969 y esto era en septiembre de 1972, ¡(qué horror)! Pues por lo visto se cansó de estar allí con nosotras o aprovechó el barullo de mi vestido estropeado, que ¡Se fue solo a casa! Yo gritando José Manuel, Jose Manuel; yo lloraba. ¡Cuántos disgustos en un momento: mi hermano, mi vestido, mi madre me mata…. Total que bajo por la calle Mayor hacia mi casa y preguntaba a la gente: «¿Y mi hermano? ¿Le habéis visto?» y me dicen en la panadería de Benigno «Sí hace un ratín ha pasado solo hacia abajo». Yo llegué a casa corriendo medio desmayada de angustia, ansiedad, el hígado en la boca… y encuentro a mi hermano justo entrando con una risita de sinvergüenza y mi madre por suerte ni se enteró. Lo malo es que siguió como hasta entonces que le hiciera y diera la papilla, que le cambiara de ropa… mandándome que me lo llevara a pasear, que le diera de comer, que le enseñara a leer, que… Mis amigas ya hartas a veces me decían «Ya viene Conchi y su hermano». Era mi complemento. Ni qué decir tiene que luego él se chivaba: Conchi ha ido a…, Conchi ha fumado un cigarro con las amigas, Conchi … Me tenía frita y eso que le adoraba y le adoro, claro.
Con Marco en San Sebastián. Ese año tocó con Chicuelo en Teatro Victoria Eugenia. Era su 2ª vez y año pasado también fui a verles con Ravel’ Dreams. Estupendo trío.


Mis amigas Carmen Moreno, Carmen Morera y Nati
